domingo, 10 de junio de 2012

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 Creo que, a día de hoy, cada vez me dan más pinchazos en el hueco supraesternal al cortarme la respiración siempre que pienso en ti. Es una sensación extraña, me falta el aire y al mismo tiempo entra una indescriptible tristeza que recorre cada uno de los centros nerviosos del organismo. Cada vez está más próximo el final de curso que traerá consigo el verano, pero, en realidad, no quiero que este sea como todos los veranos anteriores.

domingo, 3 de junio de 2012

Sin título.


Creo que estoy empezando a desarrollar algún tipo extraño de dependencia por el color marrón de tu iris, por el castaño de tu pelo, por lo pálido de tu dermis y por ese tinte natural que tienen tus labios al (no)contacto del carmín. Todos esos vestidos verdes, que no son verdes; o aquellos azules que acaban siendo petos; así como el amalgama de camisetas por fuera de la falda, o las medias que ocultan el pálido  ( y a la vez bonito ) color de las piernas. Las sonrisas y medias sonrisas, las miradas fijas y de reojo, las veces en que nos besamos y las que no, pero sobretodo las sucesivas a que te aparte el pelo de la cara. Esas extrañas ganas que tengo todos los días de verte aparecer por el fondo del pasillo, por la esquina de la calle o esperando en el portal apoyada en la pared; pero también las que tengo y no reconozco de estar contigo cinco minutos más cada vez que nos vemos. 
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