sábado, 2 de julio de 2011

diabética luna de miel




Evitando como podía el roce




inaccesible, forzando poses




sin brindar ya por nadie




ni siquiera a tu salud








Yo no quiero besos forzados




y mucho menos los robados




de los labios anónimos




de mi madura juventud








Pídeme otro cubata




que, si meto la pata




no quiero arrepentirme luego




de lo que haré después








Anclado con mil candados




al puente de los enamorados




de los que no había llaves




que los consiguieran abrir








Ojalá no quede diabética




la ya de por sí poética




dulce, luna de miel

9 comentarios:

  1. se nota en el un gran sentimiento propio que expresar tu manera de ver algun aspecto de tu vida joven, pero el alcol nunca ayuda a olvidar y a no cometer errores, mas bien es con el con el que mayores errores se cometen,

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  2. Hola! un gusto pasar por aquí y conocer tus letras. Me quedo. Un abrazo desde Buenos Aires.

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  3. No, el subidón de azúcar que, según algunos, da el amor, no provoca diabetes.

    Precioso poema.

    Besos

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  4. Hola amigo, es que la luna de miel es muy… dulce, pero no siempre.
    El acoplarse el uno al otro cuesta, y aun estando contentos y felices a veces surgen roces que no son los de la piel… un brazo amigo.

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  5. bellas y profundas letras nos regalas sensible poeta, infinitas gracias por hacernos participes de ellas, un besin de esta asturiana que se queda en tu morada donde habita tu alma de poeta.

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  6. ¡Hola !
    Que hermoso es entrar en un blog y cada dia encontrarte con una novedad de otro poema y si guardas el hilo del anterior guarda relación y si uno es percioso el otro más,. Gracias por seguir regalandonos estas obras con esa savieza de lo gran poeta que eres.
    desde Jaén feliz semana

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  7. Me ha gustado mucho , un bello poema en verdad

    Me quedo en tu encantador blogg

    Si tu gustas te invito a mi mundo de Mariposas

    Un abrazo con cariño de esta Mexicana

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  8. Hay un refrán que yo escuché de pequeña: "Luna de miel, luna de hiel"... no sé, quizá fuese una canción. Y había otra letra que decía: "...Que esta luna de miel sea eterna..."
    Nada es eterno, aunque todo permanece transformado.
    Besitos.

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  9. Cruecemos los dedos porque la luna, a quien hemos empalagado tanto, como bien dicen tus versos, no esté ya diabética.
    Un abrazo.

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