sábado, 30 de julio de 2011

La Mirilla



Se llama Jimena. Dedica los días a observar por la mirilla la escalera y el quehacer diario que noveliza la vida de su boque de edificios. Llevaba ya mucho tiempo dedicando cuerpo y alma en esta ardua tarea, hasta el punto de que no dormía bien si no se entereba de nada interesante. Nunca salía de la seguridad que le procuraban los férreos muros de su domicilio, de modo que temía las experiencias con las que se pudiera encontrar en caso de salir. A través de su mirilla, Jimena vió como observadora, el cumplimiento de todas sus fantasías de amor, representadas por sus vecinos.



El amor rebelde en contra del consentimiento paterno de la ñiña de Luisa, la del cuarto- Nacho, el del segundo, que tras un largo noviazgo se casó con su novia Cristina. El divorcio y la depresión de Loli, la del primero, que hasta ese momento siempre había bajado por las tardes a hacerla compañía. También vivió con emoción e inquietud, los esporádicos encuentros extramatrimoniales de Juan y Patricia, ambos vecinos del bloque. Cómo disfrutaba ella de aquellos días de espectáculos, hasta el punto de olvidarse de dormir, de vivir y de amar. Nunca atendió las llamadas al telefonillo de Leandro, que durante la niñez, estubo locamente enamorado de ella; ni de los mensajes de Martín, escritos con vaho en las ventanas que daban al patio de luves. Tampoco bajó nunca a recojer las cartas de amor que Rodrigo introducía a diario en el buzón.



Pasó el tiempo y el telefonillo calló, el buzón, se saturó de palabras de amor no leídas y no acogió má y a Martín, se quedó sin aliento para escribir en la ventana. Llegó el día en que a través de su mirilla, Jimena no veía nada más y se asustó. Corrió por la casa en busca de alguien a quien contárselo pero..., nadie había.






*Nota: Espero poder conectamr más tiempo para comentar, por ahora solo 5 min.

11 comentarios:

  1. Pobre!!! vivir la vida a traves de una mirilla, de haber abierto la puerta !cuantas experiencias hubiese tenido!. Cuando quiso ya se le pasó su tiempo.
    Buena historia.
    Un saludo.

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  2. Es uno de esos casos de personas que, en lugar de vivir su vida, se dedican a "vivir" las de los demás.

    Besos

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  3. Qué terrible dedicar su vida a ver la vida de los demás hasta olvidarse de la propia. Se quedo con todas sus oportunidades sin estrenar.
    Un abrazo.

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  4. El miedo a vivir te hace hacer cosas inexplicables y cuando te das cuenta es tarde.
    Conozco a alguien que es así. Una pena.
    Cariños....

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  5. Entre todos la mataron y ella sola se murió. Se creo una soledad apartando a los demás.

    Un besito.

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  6. ¡El miedo paraliza! ¡No se debe vivir a través de los demás! ¡Ya vemos, se quedó sola por miedo!
    Cariños...

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  7. DEBEMOS SER CONSCIENTES DE NUESTRAS NECESIDADES. FULLL TEXTO.
    UN ABRAZO

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  8. Muy bueno y muy emparentado con casos de la vida real. Esa gente que se olvida de vivir por mirar y participar de la vida ajena. Cuando abandonan esa costumbre, la soledad las sorprende. ¡Bravísimo! Muy bueno. Un abrazo.

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  9. Me ha gustado mucho el relato...vivir la vida a través de los ojos de otros..y olvidarse de la propia hasta llegar a ser nada...a ser olvido...escribes muy bien, besossss.

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  10. los pucheros de kasioles1 de agosto de 2011, 14:00

    ¡Pobre Jimena! Es una pena comprobar que se le pasa la vida captando sólo lo que puede ver a través de una simple mirilla.
    Si supiera valorar todo lo que se ha perdido...
    Seguramente hoy tendría su puerta abierta.
    Muchas veces no se puede dar marcha atrás.
    Me ha gustado mucho tu relato, llegarás lejos.
    Saludos.
    Kasioles

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  11. Me gusta este relato me hace pensar en una especie de ventana indiscreta pero emocional (haciendo alusión a la película de Hisckot) Me encanta como observar y trasmites tus sensaciones, un buen texto, besos


    También leí tu poema anterior, que recién me pongo al día en mis lecturas, besitos

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