lunes, 20 de junio de 2011

adiós



Hoy la abuela no ha venido a buscarme a la parada; no me ha traído el bocadillo y nadie me ha dado un beso al bajar del autobús. En lugar de eso, ha venido mi hermana mayor, que si, me ha dado un beso, pero no es lo mismo. Al llegar a casa, tampoco estaba la abuela. El abuelo, estaba sentado en el sofá del salón, cabizbajo con la mirada perdida, buscando algo inexistente en el frío parquet. Mi madre, abrazaba a papa, mientras que mis tías hablaban por teléfono ..... A sido derrepente, no sabemos nada..... . Yo no entendía nada. Me fui a mi habitación a jugar; pero no se, era extraño; sin la abuela, era diferente. Mi madre se acercó ..... la abuelita se ha puesto mala L., y papa y yo vamos a ir a ver cómo está. Pero no te preocupes... que se pondrá buena muy pronto... .



Mentira. La abuelita, no estaba mala, no se puso buena en una semana, dos, tres... . Ya nunca volvió a jugar conmigo, ni a traerme el bocadillo a la parada del autobús, ni mucho menos a recibirme con una sonrisa. Y se fue así, sin avisarme. Al principio me enfadé cuando me dijeron que la abuela se había ido. Unos años más tarde, comprendí por qué no puedo venir a despedirse cuando se marchó.

4 comentarios:

  1. ¡Que triste¡ una abuela cariñosa y tierna es lo que gusta a los niños, yo quisiera ser así y recordar a la mía que me contaba historias cuando estábamos a solas.
    Ella también se marcho así de repente, pero yo ya era mayor y ni pude ir a su entierro, estaba lejos y nadie me aviso…
    Emotivo escrito. Un abrazo.

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  2. Transmite sensibilidad infinita.
    Un saludo

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  3. Perfectamente expresada la sensibilidad de una pena.
    Un saludo.

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  4. que pequeño es el mundo pero que grande son las similitudes. Simplemente emotivo, doloroso y calmante

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